Despedido por proferir insultos racistas a sus compañeros

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Fuente: cincodias.elpais.com

Una empresa de construcción alquiló un piso para una cuadrilla de cuatro peones para procurarles el descanso. Bajo los efectos del alcohol, los trabajadores de origen argentino y venezolano fueron insultados, “sudacas de mierda”, así como los jefes. Ante el escandalo se presentó el propietario que tuvo que llamar al jefe de cuadrilla advirtiéndole que pondría en la calle a los ocupantes del inmueble. Al final todo se calmo. A los dos días se produjo el despido.

El despido fue recurrido, pero el tribunal consideró que el despido era procedente. Los jueces ven claramente una relación entre el incidente, a pesar de no haber ocurrido en el lugar de trabajo, con la relación laboral: la vivienda fue facilitada por el empleador y los insultos se vertieron a compañeros de trabajo.

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