Fuente: El Correo
¿Cuál es el perfil de trabajador con más posibilidades de ser contratado? Solo la industria del metal aumentará su personal entre 500 y 1.000 asalariados en el primer semestre, según las previsiones de la empresa de trabajo temporal Ranstad. Los puestos más demandados serán los de peones industriales y oficiales de primera y segunda especializados en la materia, como en calderería o soldaduras. Entre los requisitos a cumplir: ser titulado en ciclos formativos, experiencia mínima de dos años (generalmente), disponibilidad para la incorporación inmediata y para trabajar a turnos y capacidad de aguante en unas tareas repetitivas «Parece que no, pero no es algo que pueda soportar cualquiera», señala Marlene Ortega, directora de zona en el País Vasco de la ETT.
La automoción también vivirá días más felices, especialmente en Álava y Gipuzkoa, donde se encuentran las principales empresas, apunta Ortega. El sector necesita puestos de similar preparación -peones para cadenas de producción, chapa y pintura…-, con el añadido de que busca rejuvenecer su plantilla en los próximos cinco o diez años. «También quieren experiencia, por lo que se fijarán especialmente en jóvenes de entre ‘veintimuchos’ y 35 años», especifica.
La logística del transporte sobresale asimismo en un mercado que durante la crisis vio en las exportaciones una manera de afrontar las cuentas. «Algunas empresas han llegado a vender el 90% y el 100% de su producto en el extranjero», señala la responsable de Ranstad. Almaceneros, carretilleros con especialidades técnicas para manejar maquinaria y gestores de pedidos son de lo más demandado en este área.
Adecco también prevé un repunte de las contrataciones en trabajos derivados de la progresiva internacionalización de las compañías vascas: comerciales, delegados comerciales, gestores de clientes… «Sirven desde carreras hasta ciclos formativos», explica Silvia Virto, directora de Servicio de la multinacional, aunque a los candidatos se les exige idiomas y flexibilidad geográfica. El sector ‘contact center‘, por su parte,»se va haciendo un hueco» puesto que se van mejorando y ampliando los servicios al cliente, operadoras de telefonía y la banca a la cabeza. «En estos casos no se necesita formación específica, pero siempre se prefiere. Ayuda a desenvolverse», indica Virto.
Alemán y francés sí; chino, no
El dominio de al menos un idioma, además del materno, dejó hace tiempo de ser un plus para convertirse en un requisito casi indispensable para conseguir un empleo en numerosos sectores. Se mantiene la hegemonía del inglés -«prácticamente todas las ofertas de trabajo que recibimos lo requieren», señalan en Adecco-, aunque ya no sirve un nivel medio. Ahora se precisa un conocimiento avanzado de la lengua, y no de simple conversación, sino de nivel técnico. «No se tiene tan en cuenta el título como que se demuestre que se es capaz de hablarlo. En la mayoría empresas de ingeniería ya hacen entrevistas en inglés», subraya Virto.
Por su parte, el alemán y el francés se consolidan como segunda lengua, sobre todo en el ámbito de las ventas. «Cuando te diriges a un cliente en su propio idioma le llegas más al corazón, porque además conoces más su cultura», explica la responsable de Adecco. A su vez, a los comerciales dedicados a la automoción en Euskadi les conviene de manera especial conocer el idioma germano por la presencia de compañías de ese país en la comunidad autónoma.
El chino, en cambio, que aparentaba ser la nueva panacea, se ha quedado por el camino. «No ha tenido mucho tirón. Hay muchas diferencias con China, no solo idiomáticas sino también culturales y relacionales. Parece que las empresas prefieren contratar a cuidadanos nativos», comenta Virto.
Lo que cuenta es la actitud
La crisis más que nunca ha acentuado la necesidad de diferenciarse del resto de candidatos. En lugar de la aptitud, lo que ahora destaca es la actitud, con ‘c’. «Se ha vuelto casi más importante que la experiencia, hay muchos candidatos y es la forma que tiene la empresa de ir descartando», cuenta Marlene Ortega. «Cada vez más nos solicitan que realicemos tests de actitud en las entrevistas -continúa-. Es muy difícil de medir y algunos están muy entrenados para las entrevistas», afirma la responsable de Ranstad.
Para ser exactos, se buscan empleados proactivos, motivados, dispuestos a dar un esfuerzo extra en situaciones complicadas y, sobre todo, polivalentes. «Las empresas están bajo mínimos, por lo que necesitan trabajadores que sepan hacer muchas cosas», dice Ortega. No es así en los cargos más importantes, donde «sí piden mucha especialización». «El título y la experiencia pueden servir para acceder al puesto, pero no para quedarse. Para eso es necesario que nos mostremos dispuestos a aprender y a adaptarnos a los cambios», añade Silvia Virto.